Pátzcuaro, Michoacán — En una casa tradicional del corazón de este pueblo mágico, Doña Caro, una mujer entrañable de la tercera edad, nos abrió las puertas de su hogar para compartir su experiencia con Ascenmex, la empresa que le devolvió la libertad de moverse por su casa sin miedo ni dolor.
“¿Quién dijo que tienes que ser millonario para tener un elevador en tu casa?”, nos dice con una sonrisa mientras sostiene su taza de café.
Doña Caro vive desde hace décadas en la misma casa, de dos plantas, donde ha formado recuerdos, criado a su familia y vivido momentos inolvidables. Pero en los últimos años, las escaleras se volvieron un obstáculo.
“Me empezaron a doler las piernas, y la verdad… ya me daba miedo subir y bajar sola. Pensé en cambiarme de cuarto, bajarlo a la planta de abajo, pero no tenía ni el espacio ni el dinero para hacer una remodelación.”
Fue entonces cuando conoció Ascenmex. Doña Caro nos cuenta que buscaba una solución que fuera accesible, segura y que no implicara destruir su casa.
“Les pedí un elevador, vinieron, lo adaptaron a mi casa sin necesidad de hacer grandes cambios, y me dieron un precio que me sorprendió. ¡Ni siquiera costó lo que vale un coche!”
Ahora, Doña Caro vuelve a disfrutar de cada rincón de su hogar sin temor. Con tranquilidad y confianza, usa su elevador todos los días.
“Todos vamos pa’ allá… llega un momento en que las escaleras se hacen difíciles. Pero ahora ya hay forma de vivir con comodidad. Con Ascenmex, cualquiera puede tener su propio elevador en casa.”
Ascenmex continúa transformando vidas, llevando movilidad y autonomía a hogares en todo México, sin importar el tamaño de la casa o el presupuesto.
Pátzcuaro, Michoacán — In the heart of this magical town, Doña Caro welcomed us into her traditional two-story home to share how Ascenmex changed her life and brought independence back into her daily routine.
“Who said you have to be rich to have an elevator at home?” she says with a warm smile, holding a cup of coffee.
Doña Caro has lived in her home for decades. It’s where she raised her family and built a lifetime of memories. But over the years, climbing stairs became a challenge.
“My legs started hurting, and honestly… I was scared of going up and down on my own. I thought about moving everything downstairs, but I didn’t have the space or the money for a big renovation.”
That’s when she discovered Ascenmex. She wanted something affordable, safe, and that didn’t involve tearing her home apart.
“I asked them for an elevator. They came, adapted it to my house without major modifications, and gave me a price that really surprised me. It didn’t even cost as much as a car!”
Now, Doña Caro enjoys every part of her home once again — without fear or discomfort.
“We’ll all reach a point where stairs become difficult. But now there’s a way to keep living comfortably. With Ascenmex, anyone can have their own elevator at home.”
Ascenmex is proud to bring mobility and dignity to families across Mexico — one home at a time.